"La casa del poema"

Hola a todos.

Este post debería haber sido escrito dentro de muchos años (si es que para entonces continuaría con él) y en otras circunstancias: celebrando un galardón que premiase toda una vida dedicada a la escritura, por ejemplo, con una trayectoria jalonada por títulos inolvidables, de los que disfrutaron miles y miles de lectores. El destino (y sólo él) ha querido que mi deseo se haya visto truncado súbitamente y tenga que ser ahora, en estos días de otoño, cuando hable de José Manuel de la Huerga. Su libro que quiero comentar es "La casa del poema".

Leí "La casa del poema" el pasado verano y de una manera que no acostumbro a hacer: de un tirón. Sus páginas apenas sí me duraron algo más de una hora y, una vez terminadas, tuve la sensación de haber transitado por un libro maravilloso, cargado de profundidad y lirismo, un heterogéneo canto de hermosas experiencias (tal vez reales, tal vez soñadas) que José Manuel había escrito con una voz deudora del mejor Antonio Machado, entre otras múltiples infuencias. Conmovido e impactado prometí volver en un futuro a esas páginas sencillas y llenas de pureza, como las piedras que salpican los caminos. Y así lo haré, qué duda cabe.

La trayectoria literaria de José Manuel de la Huerga ha quedado momentáneamente interrumpida con su adiós. Y digo momentáneamente porque, a partir de ahora, su obra no cesará de crecer y cobrar la importancia que su calidad le corresponde. En cuanto a él, a su persona sencilla y humilde (como una piedrecita que uno se encuentra en un camino) también se agrandará con el paso de los años. Y lo hará habitando en sus libros, como si lo hiciera en una casa cada vez más acogedora y más amplia, atravesada por la luz inmarchitable de su recuerdo.

Hasta la próxima.