"Adiós, muchachos".

¡Hola a todos!

Tras unas pequeñas vacaciones blogueras, volvemos a la carga en estas postrimerías de verano con uno de los libros que más me han llamado la atención (y gustado, claro) de cuantos he leído en estos meses de calor: "Adiós, muchachos" (no confundir con la maravillosa película de Louis Malle), del escritor nicaragüense Sergio Ramírez, premio Cervantes 2017.

Podríamos decir que la historia que cuenta "Adiós, muchachos" no es sólo la de la revolución sandinista del año 1979 (aquélla que derrocara al corrupto y sanguinario régimen dictatorial de Anastasio Somoza), que es el tema de la "novela", sino que es la de cualquier proceso revolucionario habido en la historia de la Humanidad. A través de su propia peripecia personal (Ramírez encabezó el denominado Grupo de los Doce, que apoyó al Frente Sandinista de Liberación Nacional -FSLN-) el escritor centroamericano propone una mirada lúcida, a ratos entusiasta, a ratos desencantada, sobre la génesis de cualquier movimiento subversivo de cariz político: las luces iniciales que, con el paso del tiempo, desembocan en las sombras finales ("para que todo se quede como está, es preciso que todo cambie", como escribió, tan acertadamente, G. T. di Lampedusa en su inmortal "El gatopardo"), en un proceso circular que tiene su término donde antaño diese su comienzo.

Para aquellos interesados en los procesos históricos del continente americano y la literatura "política" en general, no puedo recomendarles un libro mejor, ni más adecuado.

¡Hasta la próxima!