"Episodios pasionales".

¡Buenas!

Saltándome en mis comentarios (sólo por esta vez) la alternancia libro clásico-título moderno, y en la línea de lo que apunté en la última entrada ("Soledad x sinceridad x sentimiento" de Alberto Pérez) acerca de qué entiendo yo por poesía y qué no, añado una nueva obra que pertenece, por derecho propio, al primer grupo. El libro se titula "Episodios pasionales" y su autor es Roberto Domínguez.

Hay en estos "Episodios pasionales" (cuyo volumen está brillantemente editado y dibujado por el señor Naranja: una razón más para leerlo) poemas breves que semejan los clásicos haikus japoneses ("Romeo", "Certezas cobardes"), otros que adoptan formas caligramáticas ("Las cosas que voy olvidando", "Geografía") y otros en verso libre ("The drink at the Bardeblás bar", "El vuelo de la cigüeña") que, juntos, dotan de una curiosa unidad a un libro que habla, sobre todo y con gran cantidad de matices, del amor.

¿Y cómo lo hace Roberto Domínguez? Pues mediante una lírica sencilla pero muy expresiva que recuerda, en algunos momentos, a autores como Ángel González o cantautores (en el buen sentido de la palabra) como Quique González e Iván Ferreiro. Algunos poemas parecen como letras de las canciones de estos compositores, pero no hay que malinterpretarlo: nos encontramos ante poesías, auténticas y muy vivas, y no ante letras más o menos elaboradas. Es decir: que hay literatura, y mucha, detrás.

Si en el anterior post encarecía la lectura del poemario de Alberto Pérez, en éste no seré menos: es ésta una lectura muy recomendable para estos días de verano en los que se deseo que os vaya muy bien a todos.

Un saludo y hasta la próxima.